Luz
Omar Urday - Arquitecto - Perú
Sacar partido tanto de la sombra como del sol, una sabiduría que ya no niegue nada, eso es lo que anhelo. (Albert Camus, correspondance)
Como un mecanismo y a la vez como un acto del tiempo, desde los inicios de las artes y la arquitectura, la luz ha revelado las formas, las superficies, los relieves, la densidad y los colores de las criaturas soñadas y materializadas de la humanidad.
Por siglos, la observación cultivada y la intuición han nutrido a la disciplina de la arquitectura de artilugios en la domesticación y dominio de la luz, hasta convertirla en argumento en la consecución del carácter y expresión de los espacios y formas arquitectónicas. Esas maneras intuitivas son indisociables a la percepción sensorial ―una de las instancias de validación de la condición espacial y formal― convertida en personaje principal de la teoría fenomenológica, que tiene en la naturaleza de la luz una premisa de discurso.
La luz y la penumbra han incitado la exploración ―de diversas maneras y con distintas intensidades― de otros binomios antagónicos de la creación: lo temporal y lo atemporal, lo común y lo trascendente, la gravedad y la levedad, la materialidad y la inmaterialidad, los límites y lo infinito, la presencia y la ausencia. En esos términos, Louis Kahn nos heredó un modo de entender la arquitectura, el equilibrio entre el silencio y la luz; y el fotógrafo Trent Parke nos aproxima a mirar el mundo a través de la luz, que convierte en mágico lo ordinario.
Radar, en su segundo número, pretende generar un escenario compuesto de una amplia gama de aproximaciones experimentales, proyectuales y teóricas que tienen en la luz el motivo de sus indagaciones, y que poseen el rigor de una investigación disciplinar, el tránsito entre diversas fuentes interdisciplinarias y el ánimo de proponer una mirada estimulante.