MUYU
Cámara Circular
Nicolás Sáez G. - Arquitecto y Fotógrafo - Chile
Calama es comuna de la región de Antofagasta, del Norte Grande de Chile, que está compuesta por las comunidades Quechua de Estación San Pedro, Toconce y Cupo; y las comunidades Lickanantai de Taira, Conchi Viejo, Lasana, San Francisco de Chiuchiu, Ayquina-Turi y Caspana. Calama tiene una raíz incaica y heredó un patrimonio cultural prehispánico de notable belleza y sabiduría. Esta región andina fue boliviana antes de la Guerra del Pacífico, y hoy la región de Antofagasta recibe, luego de la metropolitana, el más alto número de inmigrantes en nuestro país.
En este contexto geográfico político es que se enmarca el proyecto Muyu, Cámara Circular, que es una arquitectura efímera cultural basada en la percepción visual del fenómeno físico lumínico conocido como cámara obscura. Diseñada especialmente para ser construida y visitada por los estudiantes de arquitectura latinoamericanos que se congregaron en el ELEA Atacama 2017, encuentro de estudiantes de arquitectura efectuado en octubre 2017 en la ciudad de Calama, Chile.
CÁMARA OBSCURA REVISITADA
Muyu, Cámara Circular es un proyecto de Arquitectura y Arte que reflexiona sobre la relación virtual que tenemos entre nosotros y con el mundo. La instaurada predilección de la imagen, de la réplica, por sobre la experiencia directa con el original, tuvo un comienzo a partir de la instrumentalización de la “cámara obscura” entre los siglos XI y XVII. Habitaciones transformadas o creadas para producir tal fenómeno óptico-lumínico que se logra obtener tan solo con una pequeña perforación (estenopo), para que la imagen invertida del entorno exterior iluminado sea proyectada dentro de la habitación obscurecida. Este original mecanismo óptico-lumínico dio paso a la primera “máquina para ver”, que a su vez dio origen a las primeras representaciones pre-fotográficas. Estas proto-construcciones dieron comienzo a un tipo de Arquitectura de la Imagen. Fue así que este rudimento constructivo dio inicio a nuestra relación virtual y mediada con el mundo.
Posteriormente, en el siglo XIX, se logra fijar químicamente la imagen en un papel y nace la fotografía química. Este invento, sin duda, ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos. Sin embargo, la experiencia físico-visual que suscita el primitivo fenómeno lumínico y el asombro que la acompaña sigue maravillando a artistas contemporáneos que han habilitado o construido un sinnúmero de cámaras oscuras para ser registradas o simplemente visitadas. Esta suerte de arquitectura de la imagen surge como respuesta analógica y didáctica que contrasta con nuestra mediada y virtual proximidad al mundo a partir de pantallas digitales. El fenómeno físico-lumínico puede surgir espontáneamente al encontrarnos en un recinto cerrado y practicar un pequeño orificio, o bien, manifestarse cuando habilitamos conscientemente un espacio para que ocurra, y, desde luego, cuando decididamente diseñamos y construimos una cámara obscura habitable, ya sea fija o móvil. Estar dentro de esta cámara habitable es aislarse visualmente del exterior, relacionándose con él sólo a partir de la pequeña perforación (estenopo) por donde la luz ingresa y por donde, a la manera de un monóculo, podemos mirar hacia fuera (mirilla). Tal perforación, de no más de 2 cm de diámetro, permite, en un proceso de entre 10 a 15 minutos, ver inicialmente siluetas, luego colores, distinguir imágenes hasta reconocer el paisaje invertido. Finalmente, maravillarse con el movimiento leve provocado por el viento o el paso de personas o vehículos. A medida que la perforación disminuye su diámetro, la imagen se torna más nítida, pero cada vez menos luminosa, hasta desaparecer en la oscuridad. En cambio, si se va aumentando el tamaño del estenopo, la imagen se ilumina perdiendo nitidez hasta transformarse en luz sin imágenes. Esta variación y rango que determina la existencia del fenómeno lumínico al momento de lograr ser percibido por nuestros ojos marca también el inicio de lo que entendemos por una ventana. Arquitectura y fotografía, ciencia y arte se cruzan para hablarnos de imagen y de su original, experiencia corporal y virtualidad.
Este tipo de Arquitectura de la Imagen es un dispositivo que permite la percepción del fenómeno físico lumínico aún vigente en la fotografía (donde ha cambiado solo el soporte de recepción, de la emulsión química al sensor numérico). También sigue siendo un excelente espacio didáctico para la comprensión de la visión humana.
DEL PROYECTO
Muyu, Cámara Circular es el primer proyecto construido en Chile y el tercero en Sudamérica. Es una cámara (pasillo) oscura de forma circular y construida por marcos prefabricados de madera. Emplazado en suelo desértico protege y oculta un misterioso patio interior. Para descubrir este “secreto” es necesario realizar el siguiente rito:
“Nos introducimos por la única abertura exterior que tiene este “cerco-anillo” de madera ingresando a un recorrido completamente a oscuras. Se circula por él lentamente debido a la inestabilidad que provoca la estreches, curva y plena oscuridad. Esto propicia el acostumbramiento paulatino de los ojos que comenzarán a dilatarse luego de estar a plena luz. Recorriendo aproximadamente 15 metros nos encontramos con la proyección lumínica de la imagen invertida del patio oculto proyectado en la pared opuesta y frontal al estenopo (pequeña perforación). Se podrá contemplar dicha imagen que inunda la pared curva y pintada de blanco en un proceso que va desde la percepción de siluetas, colores, figuras hasta reconocer el paisaje invertido y su movimiento (provocado por la presencia de algún visitante anterior aún dentro del patio). Aviso espectral, como un espejismo, de lo que se develará al abrir la cortina negra ubicada al final del pasillo. Se sale otra vez a la luz solar y se ingresa al patio interior oculto con una envolvente multicolor.”
Este rito intenta construir una experiencia significativa en torno al reconocimiento del territorio y de la cosmología mágica andina. Es así que se nombra Muyu al proyecto para revalorar el lenguaje quechua, cuarta lengua más hablada en América del Sur, pero en peligro de extinción por exclusión lingüística. Un proyecto contemporáneo nombrado con una palabra primitiva intenta, además, explicar, a partir de su significado y simbología, un pensamiento ancestral arraigado en su territorio. Acepciones que hoy podemos revisitar gracias al trabajo de Fray Diego Gonzáles Holguín, sacerdote jesuita español, que en 1608 publicó su investigación sobre el idioma quechua. Es así que cuando buscamos la palabra “circulo” en lengua quechua nos encontramos con una serie de variaciones sutiles en torno a la percepción del fenómeno circular. Como primera acepción Muyu significa círculo o redondez. Cosa redonda, circular. Antes de eso, y por orden alfabético, Muya significa huerto, o jardín. Esta cercanía fonética es porque también Muyu para el pueblo indígena simboliza ciclo de vida y semilla.
Hoy la vivencia de la cámara oscura nos permite remitirnos a la comprensión del origen de la imagen hiperreal que monopoliza nuestra cultura del consumo irreflexivo. Como una especie de arquitectura de la imagen podemos obtener una experiencia prefotográfica, ya descrita por Aristóteles, percibida a ojos desnudos y sin mediador que no solo explica el fenómeno de nuestra visión, sino que también de la fotografía, instrumento que ha monopolizado y mantiene el poder hegemónico de nuestra manera de ver y reconocer el mundo. Construir este tipo de arquitectura efímera es una oportunidad de crear una experiencia didáctica para sus visitantes en torno a la comprensión de la imagen y del territorio donde se emplaza.
DE SU CONSTRUCCIÓN
El proyecto contempla la prefabricación de 70 marcos compuestos por tablas de madera de pino seco cepillado de 1’’ x 10’’. Marcos de 1,2 m de ancho y 2 m de alto que se disponen en torno a un círculo de 5 m de diámetro. Cada marco se afianza a partir de tablas de 1’’ x 6’’ y de 1’’ x 2’’ que van sellando las aberturas producto del ángulo de separación que provoca la disposición radial. Antes de unir los marcos con estas piezas, se sellará con silicona negra cada fenestración para asegurar la estanquedad lumínica que se requiere. Se pintará de color blanco el interior de este pasillo obscuro en la zona que enfrenta el estenopo que se realizará a partir de una perforación de no más de 2 cm de espesor directamente en la tabla. El perímetro de madera que confina el patio interior se pintará de colores según referencia de “Cruz del Sur” andina y su significado ancestral.
El proyecto fue financiado por ELEA Atacama 2017 y contó con el apoyo de Gidpro (Grupo de Didáctica Proyectual GI 160402/EF), de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño, y del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura y la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Bío Bío de la ciudad de Concepción, Chile.
AGRADECIMIENTOS
Principalmente a la comunidad atacameña de Toconao, que aceptó y propició que este proyecto se realizará en el mirador del valle de Jere. A los organizadores de ELEA Atacama 2017 por su invitación y apoyo. A Ismael Sandoval Maldonado, quién me asistió desde el inicio del proyecto. Y a todos los chicos que con su entusiasmo hicieron posible esta hazaña en el desierto de Chile: Mariana Belén Mirallas (ARG), Franco Ignacio Van Der Molen (CHI), Ignacio Martínez Pendás (ESP), Miguel Cerezo Diaz (ESP), Cristopher Arnold Vrsalovic Rojas (CHI), Josefa Navarro Marco (CHI), Fernanda Álvarez Ibáñez (PER), María Fernanda Moyano (ARG), Sandra Idiáquez Contreras (PER), Liseth Zárate Mamani (PER), Karen Gianela Carmen Trevejo (PER), Mayli Araceli Quispe Céspedes (PER), Graciela Isabel Llerena Zamudio (PER), Fabiola Baca Matelic (PER), Dominique Benítez Kilman (CHI), Shanery Ochoa Bravo (PER), Bárbara Ibarra Mendoza (CHI), Guillermo Vejar (CHI), Karla Mercado Muñoz (CHI), Javier Escalona Godoy (CHI) , Nicolás Martínez Rosso (URU), Yamila Fernández Fernández (URU), Yaizon Oliver Pfuño Cuchillo (PER), Anderson Contreras (CHI), Hwa Ye Qiu Álvarez (CHI), Felipe Díaz Acuña (CHI), Francisco Galindo Morales (CHI), Sebastián Pinochet Pozas (CHI), Gabriel Burgos Manríquez (CHI).
Referencias
Libros
Barthes, Roland. 1982. La Cámara Lúcida. Nota sobre Fotografía. Barcelona, España. Editorial Gustavo Gili.
Casa, Miguel. 2004. Magia y Ciencia: La invención de la Fotografía. Editorial Puerto de Palos. Santiago de Chile.
Foncuberta, Joan 2010. La cámara de Pandora. La fotografí@ después de la fotografía. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, SA.
Flusser, Vilém. 1990. Hacia una filosofía de la fotografía. México: Trillas: SIGMA (reimp., 1998).
Hockney, David. 2001. El conocimiento secreto. El redescubrimiento de las técnicas perdidas de los grandes maestros. Barcelona, España.
Keim, Jean A. (1971) Historia de la Fotografía, Ed. Oikos-Tau, Barcelona.
Online
González Holguín, D., 1989 [1608]. Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada lengua Qquichua o del Inca. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Versión online (Visto julio 2017): http://www.letras.ufmg.br/padrao_cms/documentos/profs/romulo/VocabvlarioQqichuaDeHolguin1607.pdf
Sáez, Nicolás. Carrillo, Oscar (2016). Replica Natural. Cámara (Habitación) Obscura construida en adobe. Una Arquitectura de la imagen como didáctica artística. Revista A+C Universidad de Santiago de Chile. (Visto abril 2018): http://www.revistas.usach.cl/ojs/index.php/amasc/article/viewFile/2860/2596
Nicolás Sáez G.
NICOLÁS SÁEZ G. (1973) Magíster y arquitecto académico de la Universidad del Bío-Bío. Es parte de Gidpro, Grupo de investigación en Didáctica Proyectual y académico investigador del proyecto “Climate Change Adaptation in Informal Settings in Latin America and the Caribbean” IDRC – International Development Research Centre. Director programa “FAAF, Fotografía de Arquitectura y viceversa” y director de arte en la revista Arquitecturas del sur. Codirector editorial de la revista Ojo Zurdo, Fotografía y Política. Artista visual con obra fotográfica y objetual ha expuesto de forma individual en diversas ciudades de Chile y ha participado en muestras internacionales destacándose la Bienal Internacional Fotográfica Bogotá, Colombia (2017); NANO Festival 2017, en FOLA (Fototeca Latinoamericana, 2017); “Photobooks 10×10 latinoamericanos” en Museo de Pittsburgh, Pensilvania, USA (2016); “Map of the New Art – Imago Mundi” en Fondazione Giorgio Cini, Venezia (2015); “El espejo roto” en Musée de l’Élysée Lausanne, Suiza (2011); Bienal de Photoquai en Paris, Francia (2011); “Sobre encargos y desapariciones: Una mirada a la fotografía chilena contemporánea.” Parque del Centro de fotografía CMDF en Montevideo, Uruguay (2011); “Xile: Fotografía y Convivencia” Castillo Montjuic de Barcelona, España (2011); “De hechos” MAC de Niteroi, Río de Janeiro en Brasil (2011); Bienal Internacional de Arte Beijing, China (2010). Hoy prepara “AIWIÑ, Cámara Mirador”, su último proyecto sobre arquitectura y arte, cámara obscura habitable a construirse en la caleta Los Morros en Coliumo-Chile. Fondart Nacional 2018. www.nicolassaez.com